Es extremadamente importante dotar a los agricultores de conocimientos y habilidades en prácticas sostenibles para garantizar el desarrollo de una agricultura sostenible.
La asignación de recursos a programas educativos y de formación puede abarcar diferentes iniciativas, como la organización de talleres, la celebración de seminarios y la puesta a disposición de plataformas en línea que ofrezcan contenidos sobre técnicas agrícolas sostenibles y gestión medioambiental.
Estos programas pueden abarcar una amplia gama de temas, desde la gestión del suelo y el agua hasta la aplicación de tecnologías innovadoras.
Cuando capacitamos a los agricultores, no sólo promovemos prácticas agrícolas más sostenibles, sino que también garantizamos que los alimentos se produzcan de forma sostenible a largo plazo.
Para que la agricultura sea productiva y responsable, es esencial invertir en educación y formación constantes para adaptarse a las nuevas tecnologías y prácticas.
6 formas de invertir en agricultura sostenible
É fundamental analisar o investimento na agricultura no contexto económico mais vasto em que se insere.
Na conceção de políticas e programas destinados a promover o investimento no sector agrícola, é fundamental reconhecer que o desenvolvimento agrícola depende do crescimento simultâneo da produção agrícola e das cadeias de valor a que está ligada.
Estas cadeias de valor englobam uma vasta gama de actividades, tanto de pequena como de grande escala, incluindo os factores de produção agrícola, a transformação, a armazenagem, a distribuição, o comércio grossista, a venda a retalho e a exportação de produtos agrícolas. Este conjunto de actividades pode ser designado por “agroindústria”.
Ao avaliar o investimento agrícola, é importante reconhecer a existência de três tipos diferentes de investidores que operam na agricultura e nas suas cadeias de valor. Estes investidores têm objectivos e funções diferentes.
Además, existe una variedad de fuentes de financiación para la inversión, y no todos los inversores tienen el mismo acceso a todas ellas.
También es relevante considerar que el capital de inversión puede presentarse de diversas formas: capital financiero, capital productivo, capital fijo, capital circulante, así como capital humano, capital social y capital natural.
No se pueden simplemente sumar las distintas formas de capital para determinar la cantidad total de capital disponible o necesario. Estas formas de capital se superponen y complementan entre sí, y algunas no son sustituibles por otras.
Además, la propiedad y el grado de control de estas diversas formas de capital varían según el tipo de inversor y a lo largo de las diferentes etapas de las cadenas de valor.
A veces, las inversiones de diferentes inversores pueden ser complementarias, mientras que en otras circunstancias no pueden reemplazarse unas por otras.
Por ejemplo, la formación de capital agrícola, que es esencial para el incremento de la producción agrícola, depende de la inversión del propio agricultor en mano de obra y recursos financieros, y no puede ser sustituida por la inversión de otros inversores y fuentes de financiación.
Asimismo, hay ciertos ámbitos en los que solo el sector público puede o está dispuesto a invertir.
Los objetivos de los distintos tipos de inversores pueden ser contradictorios, lo que puede llevar a compensaciones que requieran una intervención pública para lograr un equilibrio adecuado entre los costos y beneficios económicos, sociales y financieros.
1. Tecnologia Agrícola (AgTech)
La tecnología agrícola es un poderoso medio para impulsar la sostenibilidad en la agricultura. Se puede reducir el impacto ambiental y aumentar la eficiencia de la producción con el uso de innovaciones tecnológicas.
Un ejemplo es que los sensores y dispositivos IoT permiten controlar al instante las condiciones del suelo, el clima y la salud de las plantas. Así se optimiza el uso de recursos como el agua y los fertilizantes.
Los agricultores pueden utilizar drones e imágenes por satélite para obtener análisis detallados de los campos agrícolas, lo que permite aplicar los insumos con mayor precisión y sostenibilidad.
Asimismo, se pueden emplear sistemas de riego inteligentes para ajustar la cantidad de agua suministrada a las plantas en función de los datos recogidos, reduciendo así el despilfarro de este recurso escaso y garantizando que cada planta reciba una cantidad adecuada para su desarrollo saludable.
2. Agricultura Regenerativa
La agricultura regenerativa va más allá de la sostenibilidad, centrándose en restaurar la salud del suelo y fomentar la diversidad biológica. La adopción de prácticas como la rotación de cultivos y la siembra diversificada ayudan a prevenir el agotamiento del suelo y fomentan la creación de un entorno agrícola más capaz de resistir las adversidades.
Para mantener la fertilidad del suelo y evitar su erosión, es esencial el uso de cultivos de cobertura. Estas plantas cultivadas tienen por objeto proteger el suelo y enriquecerlo.
La combinación de árboles con cultivos agrícolas en la técnica conocida como agrosilvicultura favorece la mejora de la biodiversidad y el aumento de la resistencia al cambio climático, lo que se traduce en un sistema agrícola más equilibrado y sostenible.
Además de beneficiar al medio ambiente, estas prácticas se traducen en un aumento de la productividad y una mejora de la salud de los cultivos a largo plazo.
3. Financiamento e Microcrédito
Permitir que los agricultores adopten prácticas sostenibles es crucial, y para ello necesitan tener acceso a financiación. Hay varios obstáculos financieros que impiden a los pequeños agricultores invertir en tecnologías e insumos más sostenibles.
Ofrecer microcréditos a tipos de interés bajos puede proporcionar los recursos necesarios para que estos agricultores adopten prácticas agrícolas responsables.
Además, la formación de fondos de inversión en sostenibilidad tiene el potencial de dirigir importantes recursos hacia proyectos agrícolas que fomenten prácticas ambientalmente correctas y económicamente viables.
Estos fondos pueden utilizarse para ayudar desde la implantación de métodos de riego eficientes hasta la transición al cultivo ecológico, garantizando que un mayor número de agricultores pueda adoptar estas técnicas y contribuir a un sistema alimentario más sostenible.
4. Certificações e Selos de Qualidade
Invertir en iniciativas de certificación que fomenten prácticas agrícolas sostenibles permite impulsar la demanda de productos agrícolas responsables y reforzar los mercados correspondientes.
La certificación ecológica garantiza que los alimentos se cultivan sin utilizar productos químicos como pesticidas y fertilizantes sintéticos, contribuyendo a preservar la salud del suelo y garantizando la seguridad alimentaria.
Otra forma de certificación que garantiza a los agricultores un precio justo por sus productos es el Comercio Justo, que promueve prácticas agrícolas socialmente justas y ecológicamente responsables.
Al invertir en certificaciones, es posible estimular la demanda de productos sostenibles, lo que en consecuencia anima a más agricultores a adoptar estas prácticas. Se crea así un ciclo beneficioso de sostenibilidad y responsabilidad social.
5. Infraestrutura Verde
Para promover la agricultura sostenible, es crucial invertir en infraestructuras verdes y apoyarlas. Invertir en instalaciones locales de almacenamiento y transformación permite minimizar las pérdidas posteriores a la cosecha y optimizar la distribución, con lo que los productos llegan a los consumidores en condiciones óptimas.
La instalación de fuentes de energía renovables, como paneles solares y turbinas eólicas, en zonas agrícolas permite reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de carbono de la producción agrícola.
Además, las infraestructuras verdes pueden incorporar sistemas de gestión de residuos que fomenten el reciclaje y la reutilización de los subproductos agrícolas, lo que se traduce en un ciclo de producción más sostenible y cerrado.
Crear un sistema agrícola más resistente y con mayor conciencia ecológica requiere invertir en infraestructuras verdes.
6. Educação e Treinamento
Es extremadamente importante dotar a los agricultores de conocimientos y habilidades en prácticas sostenibles para garantizar el desarrollo de una agricultura sostenible.
La asignación de recursos a programas educativos y de formación puede abarcar diferentes iniciativas, como la organización de talleres, la celebración de seminarios y la puesta a disposición de plataformas en línea que ofrezcan contenidos sobre técnicas agrícolas sostenibles y gestión medioambiental.
Estos programas pueden abarcar una amplia gama de temas, desde la gestión del suelo y el agua hasta la aplicación de tecnologías innovadoras.
Cuando capacitamos a los agricultores, no sólo promovemos prácticas agrícolas más sostenibles, sino que también garantizamos que los alimentos se produzcan de forma sostenible a largo plazo.
Para que la agricultura sea productiva y responsable, es esencial invertir en educación y formación constantes para adaptarse a las nuevas tecnologías y prácticas.
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